martes, 4 de enero de 2011

Venezuela, primeros minutos


4 de enero de 2011, el viaje recomienza. Mientras esperamos los papeles del ingreso de la moto y con el sello habilitante en nuestros pasaportes, llenos de expectativas, cansados y contentos, nos adentramos en territorio venezolano. La lluvia nos despide de Colombia y nos recibe en Venezuela. Entonces ahí vamos, la pequeña tormenta roja, la última indiecita y yo, a 60 kilómetros por hora, sobre suelo bolivariano.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Bien hecho, mucho animo, como veran aqui para variar llueva que llueva...en mi amada Bogota...jajaja
Espero que en Venezuela no este lloviendo tanto....mucho animo y me alegra saber que ya van por alla...por aqui ya se les extrana y se siente el vacio....se les quiere y se les piensa....besos
SUSANA...MMMMUUUAAAAAAA

Unknown dijo...

Que rápido van ustedes, miren ya por donde andan...tanto que los extraño. Mi mamá lloró un poco esta noche, le entró la nostalgia por los viajeros, Andrea será siempre su niña...la última indiecita de la casa. Los amo.

Sandra

Unknown dijo...

Hola Loco,

saludo te manda Patricio de Alemania.
Despues te escribo como no puedo escribir bien en castellano. Les deseo un buen viaje. El proximo com migo.

Patricio (escribo como gringo)

Leticia Ressia dijo...

Hola Lucas..que hermoso viaje. Suerte por Venezuela.
!

Anónimo dijo...

le dije a Violeta escribí algo vos!! no, dijo... creo q fueron sabias palabras, vaya entonces nuestro silencio gozoso por uds... vivan venezuela q al menos en mi recuerdo (escribe hernán) vale la pena... se vemo

hernán y violeta

p.d. el martes cenamos con ismael y flia. dizque el y/o quienes por el han quedado en su casa, los espera en margarita.

p.d.2. teneme al tanto de cómo marcha la cuestión con dalia. avisá si querés que mande otro mail o algo. y sorkín, ladró?, yo tengo que escribirle o llamarlo.

Juancho Araujo dijo...

A:.L:.G:.D:.G:.A:.D:.U:.
Amanecí un poco tarde ya que era sábado y no había grandes cosas que hacer; recién ayer iniciaba el año judicial y el trabajo fue una faena de re conversión por todo el letargo de las vacaciones decembrinas. Salgo en mi moto por mi Maracay a ver que sorpresa me repara y en mis pensamientos se me cruza la idea de querer hacer Masonería; ¿por que no? solo un par de llamadas bastarían para ponernos a tono dos o tres masones e intercambiar posiciones de coloquio. De repente me llama la atención una moto particular con mucho equipaje y calcomanias de diferentes países, me detuve y nos presentamos; Lucas, Andrea y mi persona; Juan Carlos. ¿Sois Masón.....? No hubo respuesta; pero bajo la bóveda celeste, todos somos hermanos; hijos del Gran Arquitecto Del Universo